A partir de que en 1951, Paul Nogier, redescubrió que la oreja contiene un mapa del cuerpo humano y que cualquier dolor en alguna parte del cuerpo, producirá la aparición de un punto doloroso y localizable por detección eléctrica, en la piel de la oreja.
Por otra parte, la colocación de un estimulo en dichos puntos, genera un alivio en la región afectada.
Los distintos sistemas de nuestro cuerpo disponen de unas zonas de reflejo concretas, repartidas por todo el cuerpo.
Es una técnica sencilla, pudiendo ser aplicada de forma individual o combinada con otras técnicas.
Se utiliza a diario en Suecia, Oriente, e internacionalmente en gran numero de paises.
Ideal para personas con miedo a las agujas o niños, al sustituir las agujas por semillas o bolitas imantadas.
Es compatible con cualquier otra técnica..
Todo el material utilizado es de acero quirúrgico (oro o plata), estéril, hipoalérgico y de un solo uso.